Dado que entendemos la drogadependencia como un fenómeno multicausal, que requiere de la conjunción de la problemática individual del adicto con los conflictos no resueltos de su entorno familiar y social que devienen favorecedores del consumo, creemos que la única manera de abordar un programa de rehabilitación es sosteniendo un enfoque integral e interdisciplinario.
Integral, porque no basta trabajar solamente con el adicto. El objetivo primordial del tratamiento es su reinserción social, por lo tanto es fundamental trabajar también con su núcleo familiar y su red de amistades.
E interdisciplinario, porque más allá de los abordajes médicos y psicológicos, al constituir las adicciones una psicosociopatía, se torna indispensable el aporte de un quehacer socioterapéutico que involucra los grupos de pares (autoayuda), la laborterapia y la revisión de instancias recreativas. Ello conlleva un proceso reeducativo, generador de una nueva escala de valores que instrumente una filosofía de vida renovada en lo interior y, por ende, la puesta en práctica de nuevos códigos de convivencia en la esfera vincular (familia, laboral y social).